EL MERCANTILISMO




Imagen: reuters/flickr

El mercantilismo apareció durante los siglos XVI hasta el XVIII, y tenía como base una fuerte intervención del Estado en la economía. Las premisas de este sistema eran que la riqueza y prosperidad de una nación dependían del capital acumulable y que el mercado global es inalterable. Asimismo, dicho capital era significado por los metales preciosos, donde los estados buscaban aumentar sus arcas de mediante una balanza comercial positiva.

Características del mercantilismo:

  • Agricultura, minería o manufacturas son la base de la economía.
  • Las primeras materias de un país se utilizan para manufacturas nacionales.
  • Población grande y trabajadora.
  • Prohibición de todas las exportaciones de oro y plata.
  • Barreras a las importaciones de bienes.
  • Si ha de importar que sea por trueque y no a cambio de oro y plata.
  • Exportar todo el excedente de manufacturas a cambio de oro y plata.
Uno de los flagelos de este sistema era que se basaba en la producción a menor costo posible, y los trabajadores y granjeros sufrían de una economía de subsistencia y casi no consumían.

¿Qué es el proteccionismo?

Si bien el mercantilismo nunca llegó a ser una doctrina formal, llegó para quedarse por muchos años explotando a los trabajadores. Además, fomentó el crecimiento de las industrias ya que eran una herramienta fácil para que los gobiernos recauden impositivamente para pagar los gastos militares. La era del imperialismo reinaba por aquellas épocas sólo para conseguir plata y oro.

¿Cómo podemos entender bien el mercantilismo?

El Mercantilismo, en relación a la historia, nació con Victor de Riqueti, Marqués de Mirabeau en 1763, pero en realidad es conocido por Adam Smith en 1776. Empezando por las exposiciones orales que este hacía basándose en su libro La riqueza de las Naciones.
Esto es estudiado en el colegio, y por supuesto en todas las carreras, escuelas y universidades de negocio y economía, incluido en asignaturas de Política Económica, entre otras, aunque en la mayoría de ellas se estudia. El Mercantilismo, además está ligado también al actual capitalismo, en lo que se basan las relaciones económicas de hoy en día. Por supuesto, también al Comercio Exterior. El Mercantilismo nació con una revolución política.

¿Quiénes formaban parte del mercantilismo?
El Mercantilismo no solo era una materia o algo sobre lo que se daban charlas y había debates, hay varios autores, que se dedicaban a escribir sobre sus pensamientos de la economía de los países de la época y lo que había detrás de ellos,  a estos se les llamaba mercantilistas. Como era de esperar, estos estudiosos tenían que ver con el mundo de la economía, pues eran banqueros, comerciantes, funcionarios, prestamistas, que apoyaban estas ideas y buscaban formas de mejorar el funcionamiento del país, con estos nuevos modelos.
  • ¿Cuáles eran sus ideas principales?
Los mercantilistas estuvieron presentes en los siglos XV y XVI incluso hasta el siglo XVII; cuyo objetivo era el bien y la mejora de su propio país. Todos querían ser una potencia potencia mundial, más o menos lo que todos querríamos incluso a día de hoy. Todos estaban ansiosos de poder, competitividad entre unos y otros, entre clases sociales, la burguesía en este caso.
Sabemos que durante estos años, venía oro de las colonias,  y uno de sus objetivos era tener cuanto más oro y metales precios mejor, símbolo de riqueza. Hoy en día esta idea es la misma, cuantas más propiedades, dinero y joyas tiene uno, más rico es a los ojos de todos, y más riqueza aparenta. España era uno de los países que más colonias tenía.

¿Cuál es la finalidad del mercantilismo?

El objetivo del mercantilismo es que el Estado al ser un órgano de poder, intervenga en la economía aplicando diferentes métodos, como pasaba por ejemplo con las monarquías absolutas, es algo así como un protector y decide las reglas con que se debían convivir en la economía, con el objetivo de crecer más y más.
También hay que señalar la parte proteccionista que encontramos en el Estado, reduciendo las importaciones, para elevar las ventas en el interior, además de acumular como hemos dicho antes metales preciosos, oro, etc de fronteras para dentro. En el hecho de reducir las importaciones, supone tener todo lo necesario, como por ejemplo productos que se importaban a otros países.

En resumen:

El término Mercantilismo se lo puede resumir en que engloba a determinadas teorías políticas y económicas que fueron en su mayoría desarrollándose a lo largo de los siglos XVI, XVII y también la primera mitad del XVIII en Europa.
Por entonces tenía una mas que  fuerte intervención por parte del Estado sobre la economía ¡que diría Milton Friedman!. Tomando un conjunto de medidas que buscaban a través de su aplicación lograr unificar el mercado interno y cuyo resultado debería crear Estados-naciones mucho más fuerte, algo que no siempre se pudo lograr por diversos factores intervinientes.
Así el mercantilismo propone entre sus ideas económicas el impulso de la prosperidad de una Nación-Estado aunque teniendo en cuenta el capital que tuvieran junto al volumen del comercio mundial que es inalterable según postula.
Tomando al capital los metales preciosos que el propio Estado posee, logrando un aumento a partir de la balanza comercial positiva respecto a las demás naciones mediante exportaciones que siempre deberán superar a sus importaciones. Además de esto el mismo Estado debe aplicar lo que se llama política proteccionista en su economía, lo que favorecerá la exportación por sobre la importación, esto se logra al imponer fuertes aranceles para que ciertos productos no puedan ingresar al país protegiendo a la industria nacional.
Para lograr que el país crezca y sea mas rico creen que se da mayormente a partir del comercio exterior, esto le da salida a excedentes de la producción nacional interna. Pero no sin lo mencionado: políticas proteccionistas, y barreras arancelarias y apoyo a la exportación.

HISTORIA DEL PENSAMIENTO ECONÓMICO
Stanley Brue



PERSPECTIVA DEL MERCANTILISMO

¿Cuáles son los antecedentes históricos de la escuela mercantilista?
 La autosuficiencia de la comunidad feudal lentamente le cedió el paso al nuevo sistema del capitalismo mercantil. Las ciudades, que tenían un crecimiento gradual durante la Edad Media, aumentaron en importancia. El comercio floreció tanto al interior de cada país como entre los países y se expandió la utilización del dinero. El descubrimiento del oro en el hemisferio occidental facilitó el creciente volumen del comercio y estimuló las teorías acerca de los metales preciosos. Los grandes descubrimientos geográficos, basados en parte en el desarrollo de la navegación, ampliaron la esfera del comercio. La producción era en pequeña escala, pero el comerciante mediaba cada vez más entre el productor y el consumidor. Aun cuando a los ojos de la “aristocracia de terratenientes” seguían siendo “comerciantes despreciables”, los comerciantes capitalistas se convertían en figuras clave en el mundo de los negocios.
Comenzaron a surgir los Estados nacionales y los más poderosos de ellos adquirían colonias y esferas de influencia. Las rivalidades económicas entre las naciones se intensificaron. De manera que no sorprende que evolucionara un conjunto de doctrinas que reemplazaron a los conceptos feudales, promovieron el nacionalismo, le dieron nueva dignidad e importancia al comerciante y justificaron una política de expansión económica y militar. Este conjunto de doctrinas se convirtió en la escuela mercantilista.

¿Cuáles son los principios fundamentales de la escuela mercantilista?

Entre los postulados más importantes de esta escuela están los siguientes:

• El oro y la plata son la forma más deseable de riqueza.
Los mercantilistas tendían a igualar la riqueza de una nación con la cantidad de lingotes de oro y plata que poseía. Algunos de los primeros mercantilistas creían que esos metales preciosos eran el único tipo de riqueza al que se podía aspirar. Todos valoraban los lingotes como la única forma de alcanzar el poder y la riqueza. Por consiguiente, era necesario un excedente de exportaciones de un país para generar pagos en moneda dura. Incluso cuando estaban en guerra, las naciones exportaban bienes para el enemigo, siempre y cuando los productos se pagaran en oro.

• Nacionalismo
Todos los países no exportaban simultáneamente más de lo que importaban. Por consiguiente, el propio país debía promover las exportaciones y acumular riquezas a costa de sus vecinos. Sólo una nación poderosa podía conquistar y conservar colonias, dominar las rutas del comercio, ganar guerras en contra de sus rivales y competir con éxito en el comercio internacional. Conforme a este concepto estático de la vida económica, había una cantidad fija de recursos económicos en el mundo; un país podía incrementar sus recursos sólo a costa de otro. El ensayista francés Michel de Montaigne escribió en 1580:
“La utilidad de un hombre es el daño de otro… No es posible obtener cualquier utilidad si no es a costa de otro.”
El mercantilismo nacionalista condujo de una manera muy natural al militarismo. Los poderosos navíos y las flotas mercantes eran un requerimiento. Debido a que las pesquerías eran “cunas de marinos”, es decir, ya que eran terrenos de capacitación para el personal naval, los mercantilistas le impusieron una “cuaresma política” a Inglaterra en 1549. Se prohibía por ley que las personas comieran carne ciertos días de la semana, con el fin de asegurar un mercado doméstico para el pescado y por tanto una demanda de marineros. Ese decreto se mantuvo enérgicamente durante alrededor de un siglo y no desapareció de los libros de estatutos sino hasta el siglo XIX.

• Importación libre de impuestos de materia prima que no se produce domésticamente, protección de bienes fabricados y materia prima que se podían producir domésticamente y restricción a las exportaciones de materia prima. Este énfasis en las exportaciones y la renuencia a importar se ha llamado “el temor de los bienes”.
Los intereses del comerciante tenían preeminencia sobre los del consumidor doméstico. Los comerciantes recibían flujos de oro a cambio de sus exportaciones, mientras que las restricciones sobre las importaciones reducían la disponibilidad de bienes para el consumo local. En consecuencia, el oro y la plata se acumulaban, supuestamente mejorando la riqueza y el poder del país.
Las prohibiciones contra el movimiento exterior de materia prima ayudaron a mantener bajos los precios de las exportaciones de bienes terminados. Por ejemplo, una ley aprobada en 1565-1566 durante el reinado de la reina Isabel prohibía la exportación de ovejas vivas. Las penalidades por violar esa ley eran la confiscación de la propiedad, un año en prisión y la amputación de la mano izquierda. La pena de muerte se prescribía por una segunda ofensa. La exportación de lana cruda estaba prohibida y se aplicaban las mismas penalidades en una ley promulgada durante el reinado de Carlos II (1660-1685).

• Colonialismo y monopolio del comercio.
Los comerciantes capitalistas favorecían la colonización y querían mantener a las colonias eternamente dependientes de la madre patria y subordinadas a ella. Cualquiera de los beneficios que se extendían hacia las colonias debido al crecimiento y el poder militar de la madre patria era un subproducto accidental de la política de explotación.

Las Actas de Navegación Inglesas de 1651 y 1660 son buenos ejemplos de esta política. Los bienes importados hacia Gran Bretaña y las colonias se debían transportar en barcos ingleses o coloniales, o en barcos del país en donde se originaban los bienes. Ciertos productos coloniales sólo se debían vender a Inglaterra y otros se debían desembarcar en Inglaterra antes de enviarlos por barco a países extranjeros. Las importaciones extranjeras hacia las colonias estaban restringidas o prohibidas. Las manufacturas coloniales fueron frenadas o en algunos casos prohibidas, de manera que los territorios dependientes seguían siendo proveedores de materia prima de bajo costo e importadores de bienes fabricados en Inglaterra.

• Oposición a peajes, impuestos internos y otras restricciones sobre el movimiento de bienes.
Los teóricos y practicantes mercantilistas reconocían que los derechos de transporte y los impuestos podían estrangular a las empresas de negocios e incrementar el precio de las exportaciones de un país. Un ejemplo extremo de esto es la situación en el río Elba en 1685. ¡Un envío de sesenta tablones de Sajonia a Hamburgo requirió el pago de cincuenta y cuatro tablones en las estaciones de peaje a lo largo del camino! En consecuencia, sólo seis tablones llegaron al punto de destino.
Sin embargo, es importante observar que los mercantilistas no favorecían el libre comercio interno en el sentido de permitir que las personas se dedicaran a cualquier comercio que desearan. Por el contrario, los mercantilistas preferían el otorgamiento de monopolios y privilegios comerciales exclusivos, siempre que pudieran adquirirlos.

• Un poderoso gobierno central.
Era necesario un poderoso gobierno central para promover las metas del mercantilismo. El gobierno les otorgaba privilegios de monopolio a las compañías dedicadas al comercio exterior y restringía el libre ingreso a los negocios en el propio país, con el fin de limitar la competencia. La agricultura, la minería y la industria se promovían con subsidios del gobierno y se protegían de las importaciones por medio de aranceles.
Además, el gobierno regulaba estrechamente los métodos de producción y la calidad de los bienes, de manera que un país no se ganara una mala reputación para sus productos en los mercados extranjeros, lo que obstaculizaba las importaciones. En otras palabras, los mercantilistas confiaban muy poco en su propio criterio y honestidad, y creían que el interés común de los comerciantes requería que el gobierno prohibiera un trabajo deficiente y materiales de mala calidad. El resultado fue un desconcertante laberinto de regulaciones que gobernaba la producción de bienes.
Por consiguiente, se requería un poderoso gobierno nacional para asegurar una regulación nacional uniforme. Los gobiernos centrales también eran necesarios para lograr las metas expuestas anteriormente: un nacionalismo, proteccionismo, colonialismo y comercio internacional no obstaculizados por peajes y excesivos impuestos.

• Importancia de una población grande y que trabajara arduamente.
Una considerable población industriosa no sólo proporcionaría una abundancia de soldados y marinos dispuestos a combatir por la gloria y el poder de la nación, sino que también mantendría un nivel elevado de ofertas de trabajo, y salarios por consiguiente bajos. ¿La ventaja? Esos salarios bajos (1) permitirían bajar los precios de las exportaciones e incrementar el flujo de entrada del oro, y (2) reducirían la ociosidad y promoverían una mayor participación en la fuerza laboral.
La ociosidad y la mendicidad entre personas fuertes y sanas era atacada en forma despiadada, y el hurto se castigaba con severidad. Durante el reinado de Enrique VIII en Gran Bretaña (1509-1547), 7 200 ladrones fueron ahorcados. En 1536 se decretó que a los “vagabundos tenaces” les debían cortar las orejas, y la penalidad por la tercera ofensa de vagabundo era la pena de muerte. En 1547, quienes se negaban a trabajar eran condenados a ser esclavos de quienquiera que los denunciara. Durante el reinado de la reina Isabel, en 1547 se aprobó una ley que autorizaba el azote y marcaje de los mendigos sin licencia de 14 años de edad o mayores, a menos que alguien estuviera dispuesto a emplearlos; por una segunda ofensa se les debía ejecutar, a menos que alguien los aceptara para su servicio; por una tercera ofensa los considerarían felones y los ejecutarían sin misericordia.
Bernard de Mandeville (¿1670?-1733), el filósofo, satírico y médico holandés que se había establecido en Londres, escribió:
En una nación libre en donde no están permitidos los esclavos, la riqueza más segura consiste en una multitud de pobres laboriosos [...] Así como es necesario evitar que mueran de inanición, tampoco deben recibir nada que valga la pena ahorrar [...] En interés de todas las naciones ricas, la mayoría de los pobres casi nunca deben permanecer ociosos y sin embargo deben gastar continuamente lo que reciben. Se debe mantener a los pobres estrictamente trabajando y es prudente satisfacer sus necesidades, pero sería una locura remediarlas. Para hacer que la sociedad sea feliz y las personas manejables bajo las circunstancias más miserables, es un requisito que el mayor número de ellas sean ignorantes, así como pobres.
William Temple, en su Essay on Trade and Commerce, publicado en 1770, consideró a fondo el empleo total para los niños: Cuando esos niños tengan cuatro años de edad, serán enviados a talleres en el campo y allí les enseñarán a leer dos horas al día y los mantendrán totalmente ocupados el resto de su tiempo en cualquiera de las manufacturas que se ajuste mejor a su edad, fortaleza y capacidad. Si se objeta que a esa edad no es posible hacer de ellos seres útiles, yo replico que a los cuatro años de edad hay empleos en los cuales los niños se pueden ganar la vida; pero además, hay un uso considerable en su ser, de alguna forma u otra, si están empleados por lo menos doce horas al día, no importa si se ganan o no la vida; ya que por estos medios esperamos que la generación actual estará tan habituada al empleo constante que sin duda les resultará ameno y divertido.


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